Escrito en MUNDO el
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha generado en poco tiempo una oleada de cambios que han desatado la “guerra” con diversos países, entre ellos México y Canadá.
No obstante, las controversias van más allá de lo comercial y diplomático, pues también hay polémica hasta por los nombres de ciertas cosas y lugares.
Tal es el caso de cuando el mandatario estadounidense decidió cambiar el nombre del Golfo de México por Golfo de América, lo cual inmediatamente desató las críticas y el rechazo de ciudadanos y el Gobierno mexicano.
Incluso la empresa Google decidió respaldar el uso del término y modificó sus mapas para que apareciera el nuevo nombre luego de la orden emitida por Trump.
La polémica escaló cuando la presidenta Claudia Sheinbaum reiteró su inconformidad y envió una carta a Google para exigir la corrección de la designación, la cual obtuvo una respuesta negativa, por lo que la mandataria amagó con llevar el caso a instancias legales.
Asimismo, un nuevo enfrentamiento por los nombres se desató en Canadá luego que cafeterías decidieran renombrar al clásico café americano como “canadiano”.
Esto en protesta contra el Gobierno de Trump y los aranceles que pretendía imponer al país y a sus llamados para que se convierta en el “estado 51”.
Los dueños de cafeterías han enfatizado que no se trata de un tema político, sino de mostrar apoyo y respaldo a su nación, por lo que piden a todos los establecimientos del país hacer el cambio.
Los menús ya han sido modificados y han tenido buen recibimiento por parte de los clientes.
“Es bueno para nosotros simplemente defendernos como somos y recordarles a los demás… que no debemos dejarnos intimidar ni presionar”, declaró para el Washington Post William Oliveira, dueño de un negocio.
En febrero pasado, Trump decretó un impuesto del 25 por ciento a los productos canadienses para obligar al país a tomar medidas más agresivas contra la inmigración ilegal y las drogas que llegan a Estados Unidos. Sin embargo, la medida fue aplazada un día después por un mes y apenas ayer volvió a frenar la medida por un mes más, por lo que ahora entrarán en vigor hasta el 2 de abril.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se ha mostrado en desacuerdo ante la medida y ha llamado a los canadienses a consumir productos fabricados en su país.
Otros casos que han desatado el ‘jaloneo’ por nombres
En 2003 se registró un movimiento similar en EU con la iniciativa de legisladores republicanos de cambiar el nombre de las papas fritas por el de “papas fritas de la libertad”, después de que Francia expresara su oposición a la intervención militar estadounidense en Irak.
La propuesta atrajo la atención internacional y las críticas de los demócratas y celebridades. La idea perdió fuerza y no se concretó.
Otro caso es el del líder republicano de Texas, Dan Patrick, quien hace unos días planteó cambiar el nombre del famoso corte de carne «New York strip» para ponerle el nombre de su estado.
En su cuenta de X, Patrick indicó que enviará un borrador de resolución a la legislatura estatal pidiendo que los restaurantes y supermercados renombren el corte.
«La ciudad liberal de Nueva York no debería llevarse el crédito por el arduo trabajo de nuestros ganaderos», indicó el político ultraconservador y subrayó que el estado sureño tiene la mayor cantidad de ganado de EU.
Además, hizo referencia al polémico decreto del presidente Trump de cambiar el nombre de Golfo de México a Golfo de América.
«Después de que termine la sesión (de la legislatura estatal) este verano, quizás me embarque en un breve crucero por el Golfo de América y disfrute de un jugoso ‘Texas strip’ a término medio», escribió el vicegobernador.